Miquel Utrillo (Barcelona, 1862 – Sitges, 1934) pintó esta vista de la catedral de Notre Dame de París, desde la casa que compartía con su amigo Santiago Rusiñol en el Quai Bourbon, en Île Saint-Louis, el invierno de 1894.
Representar los efectos de la nieve en el paisaje, era un tema que ya había interesado a los pintores impresionistas. En esta tela Miquel Utrillo nos transmite la atmósfera y el frío intenso de los inviernos parisinos.