Esta obra forma parte del ciclo dedicado a la vida de San Bruno que Fray Manuel Bayeu realiza durante su permanencia en la Cartuja de Nuestra Señora de la Fuentes. Las 17 obras que actualmente se conservan en el museo proceden de la desamortización de 1835. En esta pintura se puede apreciar el autorretrato de Bayeu con su hábito cartujo y la paleta de pintor. Es el único personaje que dirige su mirada hacia el espectador.