Casco de hierro de una sola pieza. La calota, de grosor uniforme en todo su desarrollo, es de forma semiesférica con visera posterior o cubrenuca plana de media luna, con orificios para sujetarlo. En la parte superior tiene botón esferico formando parte de la misma pieza, habitual en los cascos peninsulares. Carece de carrilleras metálicas, se cree que los iberos solían desprenderse de ellas porque serían molestas en el combate. En el interior del casco aparece incrustado un mango de falcata. El casco es de Tipo Montefortino B (según H. Rusell Robinson).