"¡Mujer! Tu trabajo y tu colaboración en el sindicato será decisiva mientras nuestros hombres luchan".
Pese a que en los primeros momentos de la guerra las mujeres sí fueron al frente, especialmente milicianas, la realidad fue que su papel no fue especialmente relevante. La tradicional consigna del hombre a luchar al frente y la mujer a la retaguardia se impuso totalmente.