Escultura broncínea de excelente factura que representa una figura humana en actitud de movimiento. Se encuentra incompleta, faltándole el pie izquierdo y ambos brazos (el derecho se conserva en el Museo Histórico Municipal de Almedinilla), aunque su estado de conservación es bueno. El pie derecho conserva parte del ensamble o perno para sostener la escultura en una peana, así como restos de soldadura en el antebrazo derecho con la que se unía el brazo. Parte del sexo se encuentra perdido, aunque iría erecto en origen. La escultura se dispone en un eje de torsión en espiral, doblando el torso y la cabeza hacia la derecha, a la vez que retrasa la pierna izquierda, que apoya en el extremo del pie. Acompañando ese movimiento, el brazo derecho cae recto hacia abajo, con la mano levantada y el izquierdo se elevaría sobre la cabeza. En ésta el cabello se parte en dos por una raya central y se recoge en una gran trenza sobre la nuca, con una cinta y una corona báquica de pámpanos y corimbos. En contraposición al carácter itifálico, la morbidez de formas, sobre todo en nalgas y caderas, delata una naturaleza femenina. Frente a otros tipos iconográficos en que se acentúan los rasgos femeninos, predomina aquí un determinado carácter andrógino, con pechos apenas insinuados, propio de un hermafrodita de tipo efébico y carácter itifálico. Esta pieza formaba parte del programa escultórico ornamental de la villa romana de El Ruedo, en la localidad cordobesa de Almedinilla y se puede datar en el S. II. Por su gran calidad técnica y artística, puede tratarse de una pieza de importación. Los paralelos iconográficos que encontramos para esta pieza siguen modelos helenísticos, como es el caso del hermafrodita de Mirécourt, en el Museo de Epinal (Francia). Recientes interpretaciones proponen a esta figura como un ´kinaidos´ (cinedo) o bailarín con cuerpo afeminado que actuaba en las partes finales de los espectáculos teatrales, siendo un paralelo el ejemplar conservado en la Antikensammlung de Berlín.