By Museo Franz Mayer
Museo Franz Mayer
En 2012 el Museo Franz Mayer recibió en comodato, a través de la familia Ulrich, 1583 piezas creadas por el diseñador y platero William Spratling, importante colección que nos permite acercarnos al legado de esta destacada figura en el desarrollo de la platería en México.
William Spratling nació el 22 de septiembre de 1900 en Sonyea, Nueva York. En 1912, su padre —desconsolado por la muerte de su esposa e hija— mudó al resto de sus hijos a su ciudad natal de Auburn, Alabama. A los doce años Spratling quedó huérfano y fue criado por un tío paterno, mientras su hermana y hermano fueron enviados a vivir con otros miembros de la familia. En 1918 se inscribió a la carrera de arquitectura en el Instituto Politécnico de Alabama (hoy Universidad de Auburn). Como alumno destacado desempeñó el puesto de profesor asociado. En 1922, después de graduarse, se le ofreció un puesto similar en la Universidad Tulane en Nueva Orleans, Luisiana, donde vivió hasta 1929.
En 1921, la Universidad Nacional de México creó la Escuela de Verano con el fin de promover la enseñanza del idioma español, la historia, la arqueología y el folclor mexicano entre los extranjeros. Dentro de los intelectuales estadounidenses que asistieron a estos cursos se encontraba William Spratling, quien entre 1926 y 1928 visitó México en múltiples ocasiones. Desde sus primeras visitas se rodeó de personajes influyentes. Forjó amistades personales y profesionales con José Clemente Orozco, Miguel Covarrubias, Rosa Rolanda, Frida Kahlo y Diego Rivera. Su afición por promover el arte mexicano lo llevó a esbozar y asesorar la exposición Mexican Arts (1930), coordinada por Dwight W. Morrow y curada por Rene D’Harnoncourt, en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York. Por primera vez en EE.UU. se exhibía de forma exhaustiva el arte mexicano —precolombino, colonial y contemporáneo. Orozco, Covarrubias y Rivera fueron algunos de los artistas participantes. Este último escribió el prefacio del libro Little Mexico, un retrato de México a manera de relatos cortos, escrito e ilustrado por Spratling en 1932.
En 1929, seducido por la cultura de nuestro país, Spratling decidió mudarse a Taxco, Guerrero. Ahí pasaría el resto de sus días y forjaría una amplia y reconocida trayectoria como escritor, coleccionista, ilustrador, arquitecto, diseñador, emprendedor, pero sobre todo como patrono del diseño mexicano en plata.
Dwight Morrow, embajador de los Estados Unidos en aquella época, le comentó a Spratling que Taxco era un pueblo minero por tradición, conocido por la producción de plata, pero carente de una industria que se dedicara a diseñar y fabricar joyería y artículos para la casa.
Este comentario cambiaría el curso de la historia artística y económica de Spratling y de Taxco. Su empeño por impulsar un diseño inherente a la cultura de nuestro país y una metodología de trabajo eficaz desencadenó en el renacimiento de la platería mexicana, convirtiendo a Spratling en el padre de la joyería moderna en México e hijo predilecto de Taxco.
Motivado por el potencial de la región y buscando estimular la orfebrería entre la población para, poco a poco, regenerar la abandonada industria de la plata local, Spratling compró una pequeña casa en la calle de Las Delicias. En 1930 invitó al joven orfebre Artemio Navarrete, originario de Iguala, a enseñar el arte de trabajar con la plata a los hombres de Taxco.
En un inicio su producción estuvo enfocada en servicios de mesa —cubiertos, juegos de té, platos, ensaladeras, charolas— y joyería.
En 1935 Spratling fundó el famoso Taller de Las Delicias que llegó a emplear a 300 artesanos organizados bajo el modelo de los gremios de origen medieval, en el que los maestros se comprometían a enseñar el oficio a los aprendices, quienes después de varios años de madurar y perfeccionar diversas técnicas subían de categoría o iniciaban sus propios talleres.
Héctor Aguilar, Antonio Pineda, Antonio Castillo, Valentin Vidurreta y Sigi Pineda aprendieron el oficio de la platería en el Taller de Las Delicias, convirtiéndose en reconocidos maestros del diseño mexicano en plata.
Durante el esplendor del Taller de Las Delicias la variedad de objetos que se produjeron se amplió para incluir más artículos para el hogar como candeleros, cafeteras, recipientes, ceniceros y cajas.
Su tienda en el centro de Taxco era una visita obligada para los turistas y viajeros que paraban en la ciudad. El influjo de Spratling en el mercado de la platería en Taxco fue indiscutible.
Es claro en la mayoría de los diseños de Spratling que la iconografía precolombina era un tema que le emocionaba. El sentido de proporción, equilibrio y forma en las grecas, imágenes y símbolos de los pueblos originarios significó una abundante fuente de inspiración para él.
Esta estética fue lo que impulsó la consolidación de un verdadero movimiento de diseño en Taxco.
Collar sol by William SpratlingMuseo Franz Mayer
Para la década de 1940, Spratling era considerado una celebridad y sus diseños eran conocidos en todo el mundo, mientras que Taxco se convirtió en una ciudad próspera.
Los motivos con flechas, discos, nudos gordianos, jaguares y coyotes entrelazados se combinaron con materiales como carey, azurita, obsidiana, amatista y palo de rosa.
Spratling expandió su empresa con el propósito de exportar sus piezas, asociándose tanto con mexicanos como con estadounidenses. La compañía fue nombrada Spratling y Artesanos S.A., aunque la tienda continuó llamándose Taller de Las Delicias. Este ambicioso proyecto llevó a la quiebra a Spratling. En 1945 perdió el control de la empresa, viéndose obligado a renunciar como director.
Spratling mudó el taller de platería a su rancho de Taxco El Viejo donde continuó trabajando la plata y entrenando a artesanos durante los siguientes veinte años bajo la compañía William Spratling S.A. de C.V. Continuó estudiando y coleccionando esculturas y obras de arte precolombinas. A partir de ellas ideaba sus propios diseños.
En esta época Spratling conoció a Alberto Ulrich, quien se convirtió en un gran amigo con quien compartió la fascinación por la historia mexicana y un espíritu aventurero.
Hoy en día el rancho se mantiene como el taller donde se produce el legado en plata de Spratling.
En 1949, siete estudiantes de Alaska se hospedaron en el rancho de Spratling donde, durante varios meses, cada uno recibió capacitación en los métodos de diseño y fabricación que habían resultado tan exitosos entre su equipo de trabajo.
Aún cuando dicho programa —iniciativa del Departamento del Interior de los Estados Unidos— fue cancelado al poco tiempo por falta de fondos, Spratling diseñó varias piezas imbuido por los materiales y la iconografía de Alaska después de pasar un tiempo, en 1945, en este estado investigando el patrimonio de la región.
Spratling murió en un accidente automovilístico a las afueras de Taxco en 1967.
En 1968, Alberto Ulrich adquirió Rancho Spratling junto con todos los diseños y moldes. En 1969 estableció la empresa Sucesores de William Spratling para continuar produciendo los diseños originales de Spratling y desarrollar nuevos productos. Varios de los antiguos trabajadores siguieron trabajando a pequeña escala en el rancho. Uno de ellos, Dom Tomás Vegas, quien comenzó a trabajar en 1938 cuando era un niño en Las Delicias, continuó creando diseños de Spratling en el rancho durante casi sesenta años. Alberto Ulrich dirigió la compañía hasta su muerte en 2002.
Sucesores de William Spratling continúa operando bajo la guía y gestión de Violante y Consuelo Ulrich, hijas de Alberto Ulrich.
Juego jaguar by William SpratlingMuseo Franz Mayer