El arte del guiñol

El teatro guiñol surgió como proyecto en 1932, cuando el abogado Narciso Bassols se encontraba al frente de la Secretaria de Educación Pública. La política educativa de ese momento consideró fundamental impulsar programas educativos que permitieran cimentar las bases para una reconstrucción económica y social.
Este teatro tuvo como propósito, “hacer vivir al niño… lo que mañana será la realidad de la vida..” La planeación, coordinación y elaboración del mismo estuvo encabezado por los artistas Angelina Beloff, Dolores Velásquez Cueto, Germán Cueto y Germán List Arzubide, Ramón Alva de la Canal y Leopoldo Méndez.
Las primeras funciones se realizaron en el patio del edificio de la Secretaría de Educación Pública, en parques y en algunas escuelas de la actual Ciudad de México. Sin embargo, en poco tiempo se organizaron tres grupos con la finalidad de realizar campañas de alfabetización a distintas comunidades de la República.

Durante la primera etapa del teatro guiñol, la participación de los artistas e intelectuales fue esencial en la creación de los guiones para las obras, muchos de los cuales estuvieron inspirados en la literatura infantil realizada en la antigua Unión Soviética. Algunos planteamientos también están relacionados con la higiene y el trabajo. De tal manera que la propaganda y la alfabetización fueron los ejes principales de este teatro, apoyados en piezas adaptadas de la literatura internacional.

Los muñecos que aquí se muestran forman parte del acervo del Museo Nacional de Culturas Populares, algunos son replicas de sus originales y contribuyeron en las representaciones de piezas como “Don Ferruco”, un personaje bigotón, creado por Gilberto Ramírez Alvarado en los años cuarenta.

La Cucarachita Mondinga y el Ratón Pérez


Tras contraer matrimonio, la Cucarachita Mondinga y el Ratón Pérez comienzan una vida juntos. Sin embargo, debido a una serie de tropiezos por parte del ratón, la Cucarachita queda viuda de manera abrupta.
La pieza original fue presentada en 1940 y la adaptación estuvo a cargo del grupo "El Nahual"

En 1995 se presentó una exposición titulada El oro del guiñol. Homenaje a Lola Cueto y Roberto Lago, la curaduría estuvo a cargo de Guillermo Murray. Esta muestra recorrió los momentos más representativos del teatro guiñol en México. Los muñecos presentados estuvieron inspirados en los personajes creados por Lola Cueto y Roberto Lago y fueron elaborados por Guillermo Murray, Rosa María Illescas y Juvenal Fernández. Actualmente forman parte del acervo del Museo Nacional de Culturas Populares.