Se le confundió a menudo como miniaturista, ignorando sus bodegones, retratos y escenas del entorno urbano. Su recorrido como artista comenzó en 1884. En 1886 participó en la Primera Exposición Anual que organizó Alberto Urdaneta.
En 1894 Luis de Llanos y Andrés de Santamaría crearon la Cátedra de Paisaje: con fuertes corrientes academicistas e impresionistas buscaban exaltar la belleza de la naturaleza del paisaje colombiano.
Nunca salió del país, sin embargo, en sus obras puede verse la influencia de las corrientes en furor del arte europeo del siglo XIX gracias a colegas, profesores extranjeros y artistas colombianos que vivieron en el exterior como Epifanio Garay y Andrés de Santa María.
El Academicismo, las indicaciones de la Escuela de Barbizon y el impresionismo fueron corrientes fuertes que motivaron e influyeron en su creación. Perteneció a La Escuela de la Sábana (creada en 1894), un movimiento de paisajistas influenciados por estas escuelas europeas.
Con Fidolo José Alfonso González Camargo salían a interpretar cada uno en su estilo el paisaje "Paramo en Verdes, azules y con pinceladas cortas, González en rosas y grises con largas pinceladas cargadas de color." Beatriz González (1986). Roberto Páramo: Pintor de La Sabana.
Además de Roberto Páramo, artistas reconocidos que pasaron a integrarse a la Escuela fueron Ricardo Gómez Campuzano, Jesús María Zamora, Acevedo Bernal, Francisco Antonio Cano y Gonzalo Ariza.
La escuela se hacía sentir ya en la primera Exposición de Paisaje (1894) y para la Exposición de 1899. El paisaje (género destacado durante 4 décadas), ayudó a consolidar un lenguaje propio y coherente en la plástica nacional. Eduardo Serrano. (1990). La Escuela de La Sabana.
La manera de creación de esta escuela europeizaba el paisaje. Consciente o inconscientemente había una fuerte transmisión de paisajes ordenados estéticamente. La Sabana se presentaba con un carácter sobrio; un remanso de paz idealizado y moralizado.
El paisaje puso de moda la pintura colombiana sobresaliendo ante aquellos alemanes y suizos en auge. Aquí nace también el profesionalismo pues muchos comienzan a poder subsistir con las entradas de dicha profesión. Eduardo Serrano. 1990. La Escuela de La Sabana.