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The Pyramids of Sakkarah from the North East (1857) de Francis FrithHarvard Art Museums
Complejo funerario de Djoser (2630-2611 a. C.)
Antes de que existieran las grandes pirámides de Guiza, un faraón que gobernó hace 4600 años, Djoser, construyó la pirámide escalonada de Saqqara.
Formaba parte de un complejo funerario que incluía una calzada elevada y muros de piedra de 10 m de alto.
Los muros estaban alineados con los cuatro puntos cardinales y tenían numerosas entradas, aunque solo una de ellas (en la imagen a la izquierda) permitía el acceso al complejo. El resto eran puertas falsas.
La pirámide escalonada de Djoser (2630-2611 a. C.)
Cada escalón es en realidad una mastaba. Mientras que los faraones anteriores habían sido enterrados en una única mastaba, en este caso había seis superpuestas, de las cuales quedan cinco.
Bronze seated statuette of the architect Imhotep (-600/-600)British Museum
Construir una estructura en piedra de este tamaño es un logro extraordinario, cuyo artífice fue el arquitecto Imhotep.
El nivel inferior tiene más de 7 m de altura. Djoser fue enterrado en una cámara de granito a más de 27 m de profundidad. En el antiguo Egipto, el término «tumba» significaba «casa para la eternidad». En un templo cercano se celebraban rituales en honor al difunto faraón.
Entrada al complejo funerario del faraón Djoser
Hemos entrado por el único acceso posible y nos encontramos en una estrecha galería que conduce al interior del complejo funerario del faraón Djoser.
El impresionante tamaño de las columnas da la sensación de estar adentrándose en otro mundo. Si es así hoy día, imagina lo imponente que debió ser este lugar hace 4600 años.
Se trata de una galería estrecha. A ambos lados podemos admirar las enormes columnas unidas a los muros, que antaño sujetaban un techo de piedra.
Se trata de unas de las primeras columnas monumentales de piedra de la historia. Las líneas verticales de los postes recuerdan a un manojo de juncos y reciben el nombre de acanaladura.
Las grandes pirámides de Guiza ca. 2551-2472 a. C.
Las tres pirámides principales de Guiza (la tercera ciudad más grande de Egipto) fueron construidas en una explanada por tres generaciones de faraones: Keops, Kefrén y Micerinos.
Cada una de ellas formaba parte de un complejo funerario que incluía un templo en la base de la pirámide y una calzada que conducía a otro templo cerca del Nilo. Cómo fueron construidas ha sido objeto de debate entre expertos, pero es indiscutible que para levantarlas hicieron falta miles de trabajadores.
The Sphinx and the Pyramids (c. 1870) de Adolphe BraunThe Museum of Fine Arts, Houston
La Gran Esfinge es un enorme león tallado cuya cabeza, ahora erosionada, representaba al faraón Kefrén que custodiaba la calzada que conducía hasta su pirámide.
El león era un símbolo de realeza asociado con el sol. La esfinge está presente a lo largo de la historia del antiguo Egipto.
Las pirámides de Keops (ca. 2551-2528 a. C.) y Kefrén (c. 2520-2494 a. C.)
A la izquierda vemos la mayor de las tres pirámides, construida por el faraón Keops, y a la derecha la segunda por orden de tamaño, construida por su hijo Kefrén.
Todo responde a una perfecta simetría, los lados de la pirámide de Keops solo difieren en longitud 4,4 cm. Más de dos millones de bloques de piedra forman esta pirámide, algunos pesan más de 50 toneladas. En su origen, la pirámide tenía una superficie exterior lisa con un remate superior, posiblemente en oro.
La pirámide de Keops
Su interior alberga diversas cámaras y pasadizos. La Gran Galería conduce a la cámara del rey, construida enteramente de granito rojo, incluido el sarcófago del faraón.
La pirámide de Kefrén
La cima de la pirámide aún conserva parte de la carcasa exterior, que en su origen era de color blanco. Las tres pirámides estaban íntegramente cubiertas de esta forma. El templo funerario de la base contenía más de 52 estatuas del faraón.
Tumba-capilla de Nebanum, ca. 1350 a. C. (Museo Británico)
La cultura del antiguo Egipto gozó de una sólida estabilidad durante miles de años. En el Museo Británico se encuentran pinturas murales procedentes de la tumba-capilla de Nebamun, construida más de mil años después que las pirámides de Guiza.
Surveying the fields for Nebamun, fragment of a scene from the tomb-chapel of Nebamun (-1350/-1350)British Museum
Debió de tratarse de una persona muy rica, pues la mayor parte de los egipcios no hubiera podido costearse una tumba-capilla. Estas hermosas pinturas muestran una visión idealizada de la vida en el antiguo Egipto y son un reflejo de cómo Nebamun quiso ser recordado, además de lo que ansiaba para su vida de ultratumba
Nebamun viewing his herds, a scene from the tomb-chapel of Nebamun (-1350/-1350)British Museum
Nebamun se muestra aquí de perfil, pero con los hombros y un ojo de frente.
Nebamun’s geese, a fragment of a scene from the tomb-chapel of Nebamun (-1350/-1350)British Museum
Nebamun y sus gansos, de la tumba-capilla de Nebamun
Inspecciona los gansos y el ganado. Los jeroglíficos lo describen como un «escriba que cuenta el grano para las ofrendas divinas».
Nebamun’s cattle, fragment of a scene from the tomb-chapel of Nebamun (-1350/-1350)British Museum
Nebamun y el ganado, de la tumba-capilla de Nebamun
Las escenas se dividen en franjas o registros. Aunque los animales aparecen de perfil, la pintura transmite una marcada sensación de movimiento y energía. Fue realizada directamente sobre el muro de la tumba-capilla.
Gira para observar objetos procedentes de hogares ricos del antiguo Egipto. Las sillas, los recipientes y otros objetos nos dan una idea de cómo vivían los escribas como Nebamun.
La piedra de Rosetta (196 a. C.) (Museo Británico)
Se trata de una de las piezas más famosas del Museo Británico de Londres. Gracias a ella, fue posible traducir los jeroglíficos egipcios.
The Rosetta Stone (-196/-196)British Museum
Los jeroglíficos, uno de los tipos de escritura egipcia, parecen pictogramas o imágenes que representan una palabra o frase. En realidad, sin embargo, los jeroglíficos son fonéticos: representan sonidos al igual que los alfabetos modernos.
La posibilidad de traducir los jeroglíficos ha permitido a los expertos lograr grandes avances a la hora de comprender la cultura del antiguo Egipto, puesto que estos aparecen con frecuencia en esculturas y pinturas de la época.
The Rosetta Stone (-196/-196)British Museum
La piedra de Rosetta fue descubierta por soldados franceses en 1799. Se trata solo de un fragmento, pero contiene un decreto inscrito de tres formas distintas: en jeroglíficos, en escritura demótica y en griego. En 1822 se logró descifrar del todo, permitiendo a los expertos la lectura de los jeroglíficos.
Estatua de Ramsés II (1250 a. C.)
Se trata del fragmento de una enorme escultura de granito del faraón Ramsés II para su templo de Tebas.
Statue of Ramesses II, the 'Younger Memnon'British Museum
La cabeza y los hombros aparecen cubiertos por el nemes (tocado). Esta es una de las muchas esculturas de Ramsés en las que el faraón aparece representado como un dios.
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