Durante el siglo XIX y principios del siglo XX fueron abundantes los buques mercantes decorados con un mascarón que reproducía la figura policromada de la hija o de la mujer del armador o del capitán, figuras mitológicas, escudos, aves o peces. Pero la progresiva difusión de los barcos a vapor y la introducción del hierro en la construcción naval dio paso a un lento proceso de desaparición de los mascarones de proa.
La Blanca Aurora era el mascarón de la corbeta del mismo nombre, construida en el año 1848, en Lloret de Mar, por el carpintero de ribera Agustí Pujol (conocido como Ferreret). El mascarón representa a Maria Parés, hija del capitán y armador, Silvestre Parés. La nave perteneció a varios propietarios y, finalmente, cuando se desguazó en Río de Janeiro, Silvestre Parés recuperó el mascarón y lo devolvió a Cataluña.