Jesús, angustiado por la llegada de su muerte, se retiró al huerto de Getsemaní para orar. Le acompañaron San Pedro, San Juan y San Jaime. Poco después, los guardias, guiados por Judas, arrestaron a Jesús.
En la pintura aparece Jesús arrodillado esperando al ángel que le ofrece un cáliz y, abajo a la izquierda, se sitúan sus discípulos durmiendo. Al fondo, se representan los soldados acompañados por Judas y, a la derecha, hay un paisaje con una ciudad.
La obra es de estilo barroco tardío, pero todavía presenta rasgos clasicistas propios del Renacimiento. Actualmente, se encuentra expuesta en depósito en el Museo de Arte Sacro de Mallorca.