Santa Clara fue una religiosa seguidora de san Francisco. Ambos fundaron la orden de las hermanas clarisas. Es la patrona del buen tiempo. Por este motivo, existe la tradición entre las novias de llevar huevos a santa Clara para que no llueva el día de la boda.
En la tabla se representa a santa Clara, con el hábito de su orden, báculo y corona de filigrana de oro en la que se puede leer su nombre. Sostiene una custodia, en referencia a un episodio de su vida, de acuerdo con el cual la Sagrada Forma echó de Asís a unos sarracenos que intentaban asaltar su convento. En el fondo se representa la ciudad idealizada de Palma.
La pintura mantiene el concepto monumental y estático propio de la tradición medieval en la imagen de la santa titular. Sin embargo, hay intentos de conseguir volumen y profundidad.
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