Es una urna que se utilizaba para guardar la imagen de la Virgen dormida. Se representan los doce Apóstoles y Jesús de medio cuerpo y con nimbo. Los Apóstoles se muestran afligidos por la muerte de María mientras que Jesús hace un gesto de bendición con una mano y con la otra lleva el alma de María. Los laterales se reservan a los dos apóstoles que, según las narraciones apócrifas, tuvieron un papel más destacado en el momento del tránsito de la Virgen: san Juan Evangelista, sosteniendo la palma del Paraíso; y san Pedro, aspergiendo el cuerpo de la Virgen con agua bendita.
Existe cierta voluntad de individualización en los personajes a partir de la variación en el color y la forma del cabello y barbas, en las vestimentas y en los gestos.
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