Antoni Gaudí diseñó varios asientos para la celebración litúrgica, entre ellos cuatro taburetes para el presbítero asistente y para los diáconos de honor en la misa pontifical. La base del taburete es cuadrada, con una pieza central y un marco perimétrico de bordes redondeados. Destaca el lado con forma de Y invertida, siguiendo el mismo dentado y la misma posición que los contrafuertes exteriores del Templo.