El Yaxché es el árbol sagrado de los mayas y, de acuerdo a la narración del ''Popol Vuh'', cuando los Dioses sembraron los cuatro rumbos del cosmos con sus respectivas ceibas, colocaron una quinta al centro. En sus raíces ubicaron el Xibalbá, hogar de los muertos, mientras que en la base se encuentra el Kab o tierra de los vivos.
Actualmente, los habitantes de la región aseguran que dicho árbol dota de energía positiva al tocar su tronco, lo que les llena de vida y entusiasmo para continuar su día.
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