Las familias aristocráticas hicieron gala de su posición y prestigio social en las fiestas que organizaban al interior de sus palacios. La cantidad de objetos de plata que exhibían durante los banquetes era una ostentosa prueba de su poder económico y de su gusto refinado que intentaba imitar a las cortes europeas. Esta exposición nos muestra algunas deslumbrantes piezas de platería pertenecientes al Museo Franz Mayer, que fueron elementos imprescindibles en las grandes mesas virreinales.
Fuente (1770/1778) de DesconocidoMuseo Franz Mayer
Plata fundida, forjada, cincelada, repujada y picada de lustre.
Sopera (1800) de DesconocidoMuseo Franz Mayer
Soperas, jarras de pico o aguamaniles, jarras con tapa llamadas picheles, salvas, vasos, azafates, tembladeras, candeleros, saleros, pimenteros, perfumadores, palanganas, confiteras, tazas de pie, platos y flamenquillas, eran algunos de los finos objetos que poseían las casas.
Jarra con tapa (1779/1788) de DesconocidoMuseo Franz Mayer
Las jarras de pico recibieron este nombre por el remate anguloso que tienen en la boca, cuya función es evitar que se derramen los líquidos.
La jarra que aquí se muestra se utilizó para servir café en la mesa. Sobresale la forma de ave con que fue decorada la tapa.
Jarrita vinajera (pichel) (1700) de DesconocidoMuseo Franz Mayer
Los picheles eran vasos anchos con tapa que tuvieron distintas funciones. Su origen se encuentra en los jarros con tapa que se usaban en Flandes para beber cerveza.
En Nueva España hubo picheles pequeños para ofrecer aceite y vinagre en los banquetes, como la obra que aquí se presenta. Aunque su función era de vinagrera, su forma rememora a los vasos cerveceros flamencos.
Braserillo con salvilla
Posiblemente Nueva España [hoy México], primer cuarto del siglo XIX. Plata martillada, repujada y cincelada.
Las salvas o salvillas eran bandejas suntuosas de plata, que solían tener una base alta o patas. Su función era soportar otros recipientes más pequeños en la mesa. Algunas salvas inclusive tenían encajaduras para colocar copas, tazas u otros recipientes. Sus contornos podían ser circulares o de líneas mixtas y con frecuencia se adornaban con trabajo de repujado.
Mancerina (1779/1788) de DesconocidoMuseo Franz Mayer
El chocolate se acostumbraba beberlo en cocos chocolateros que, por lo regular, se colocaban en mancerinas. Éstas eran finas salvillas de porcelana o plata, con una abrazadera central para sujetar al coco o la tacita con chocolate.
Alrededor se podía colocar los dulces y bizcochos con que se acompañaba la bebida.
Par de salseras con cucharones
Ciudad de México, Nueva España [hoy México], ca. 1800-1810. Plata martillada, repujada y cincelada. Los adminículos de la mesa eran objetos que servían como apoyo o complemento en los banquetes.
Tembladera
Guatemala, ca. 1775. Plata martillada, repujada, fundida y cincelada. Heredera de las antiguas cráteras griegas, las tembladeras consistían en vasos anchos de silueta redonda, con dos asas a los lados y un asiento pequeño. Si bien las tembladeras de plata fueron muy comunes, también existieron de oro y de vidrio. Estas piezas eran usadas, por lo regular, sólo para montar en los exhibidores.
Cucharas y tenedores (1791/1814) de José María BernalMuseo Franz Mayer
Desde el siglo XVII, en las mesas novohispanas se había generalizado el uso de las cucharas, para ingerir sopas y potajes, y del tenedor, para trinchar.
Este último cubierto, tanto en América como en Europa, tuvo un uso restringido a los banquetes de las élites.
Era habitual que tanto ricos como pobres usaran los dedos y las tortillas de maíz como instrumentos básicos para comer.