CO-125
Señor Don
Cándido Portinari
Rio de Janeiro
Mi buen y querido amigo:
Los he enviado un saludo para Navidad y Año Nuevo, y es de pensar que ya lo habrán recibido. Deseamos que con buena salud y con una serie de proyectos que Dios mediante espera realizar.
Entre otras novedades que tengo es la de haber pasado a prestar servicios en el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Yo tenía la intención de jubilarme para tener todo mi tiempo para pintar pero, cono esto no lo he podido conseguir me parece que si quedo en el Ministerio de Relaciones Exteriores algo voy a hacer para aprovechar y aplicar mis conocimientos.
Por lo pronto he estado pensando intensamente en ir a Río de Janeiro, y tu sabes que siempre que pienso en el
Brasil me acuerdo del “gran artista del Continente: Portinari”.
Días pasados te escribía también para ver si tu tendrías oportunidad de hablar con el Ministro Temístocles de Graça Aranha, jefe de Relaciones Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores, para proyectar si fuera del caso una exposición mía en
Río de Janeiro, pero más que esto, más fundamental, serio y preciso, sería que yo pudiera ir a pasar un año a Río de Janeiro, para completar los estudios de la técnica del a fresco con “el gran Portinari”.
Yo pienso gestionar esto, ante el Gobierno tan pronto tenga tu conformidad. He querido antes consultarte si eso posible, pues, siéndolo tengo una serie de proyectos más unidos a esta razón.
El especializarme en el “a fresco” sería de grandes ventajas plásticas para mí, y contribuiría a poder fijar un sueño que hace mucho tiempo abrigo.
Actualmente tengo bastante amistad con Monseñor Barbieri, nuestro arzobispo y por ello y por ser él una persona de gran talento habría la probabilidad de pintar una o más iglesias.
¿Que piensas tu si yo, luego de haberme perfeccionado un año contigo en el “a fresco” tratara de conseguir una iglesia para pintar juntos? ¿Que dices de esta idea?
Ya que no ha sido posible realizar esta obra en Sao Paulo adonde nuestro buen amigo Albuquerque lo pensaba así, vamos a ver si Montevideo nos da esa realidad que tanto lugar daría para vincular mi nombre al ya famoso que tu tienes y al de nuestros países, y por sobre todo tener la íntima satisfacción de trabajar junto a un artista y a un amigo que admiro, estimo y respeto mucho.
A pensarlo pues. Y a convertir en realidad esta idea del feliz año 1944.
Los mejores recuerdos de Elena y Raquelita para María con los míos, y para ti este abrazo grande de tu colega y buen amigo que lo es,
Aliseris
Muchas cosas buenas para el pequeño¡¡
S/C Calle Chucarro N. 1178
Montevideo
El año de 1943 no fue muy bueno – he tenido que luchar mucho con la incomprensión de mi tierra, y además hemos tenido la desgracia de perder a la mamá de Elena a los pocos meses de llegar.