En esta obra, como es habitual en Peñalosa, sigue el estilo y el concepto compositivo de su maestro, Pablo de Céspedes, tomando como referencia, en este caso, la Asunción que, hacia 1595, pintó Céspedes para la iglesia del Colegio jesuíta de Santa Catalina -hoy en la Real Academia de San Fernando-, junto con algunos elementos inspirados en una estampa de Petrus Bondus, particularmente, en lo que respecto al coro de ángeles músicos. Estos tocan instrumentos musicales de aire, órgano positivo, corveta curva y bajón, a la izquierda de la composición, relacionado con lo dionisiaco, mientras que a la derecha, instrumentos de cuerda, laúd y arpa, relacionados con los apolíneo. Al estar inspirado en un grabado, las posiciones de las manos están invertidas.
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