En Una esquina la atención se dirige hacia un edificio que tiene un local comercial con la cortina de metal bajada, una escena como tantas que vemos, y que el artista muestra de manera parcial. Mediante una construcción geométrica resalta el espacio a partir de triángulos demarcados por zonas cromáticas. Al partir de las bases del cubismo analítico, el autor rompe con el punto de vista único de las pinturas clásicas que presenta al objeto desde un solo punto, mediante una perspectiva de enfoque plural que responde a la estructura del cuadro y no a la representación de lo observable.