La pintura corporal ha sido desde hace milenios una tradición importante en la construcción de identidad de las comunidades, desarrollando un profundo conocimiento sobre el color y una gran capacidad técnica para producir y preparar colorantes. Entre los más representativos, o de uso común en varias culturas es el achiote o bija (Bixa Orellana) el cual se trata de un árbol pequeño o arbusto grande. El principal constituyente colorante del achiote es la bixina, que se encuentra en la cubierta exterior de la semilla del fruto, representando más del 80% de los pigmentos presentes.