El actor protagonista de este grabado fue uno de los gigantes del Kabuki. Poseía dos defectos faciales: una gran nariz y los ojos demasiado juntos que eran valorados en el teatro kabuki ya que a los artistas del ukiyo-e les gustaba representarlos de esta forma, por lo que era una imagen apreciada por el público. En el grabado podemos ver al actor caracterizado como un leñador.
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