Se trata de uno de los relieves que formaron parte de la desaparecida fachada del Paraíso de la catedral de Santiago, sustituida en los años centrales del XVIII por la actual Azabachería. Aunque muchas de las piezas que integraban la portada fueron reutilizadas, en el caso de la "Reconvención de Adán y Eva", que se acompañaría de la "Expulsión del Paraíso" hoy ubicada en Platerías, la pieza pasó a manos privadas y se descubrió en 1900 en una casa del compostelano barrio de Pitelos.
Respecto a la autoría de esta pieza, la mayor parte de los investigadores la circunscriben al ámbito del llamado Maestro de la Traición.