Andoni Luis Aduriz trabajó en los años 90 en las casas de grandes nombres de la Nueva Cocina Vasca y en elBulli. En 1998 abrió Mugaritz, a 10 kilómetros de San Sebastián, entre robles centenarios. Allí, él y su equipo idean arriesgadas creaciones con intención de sorprender al comensal. Para lograrlo se cuestionan "las lógicas del mundo culinario, replanteándose las normas sociales y los prejuicios". Buscan crear "un contexto donde ejercer la libertad sensorial para poder superar la imposición de las costumbres; descubrir el sabor de las historias, la importancia de las texturas, encarar tabúes, rencontrarse con los hábitos más primarios...".