Esta obra está atribuida a uno de los principales representantes de la pintura gótica mallorquina del siglo XV, Pere Terrencs. Esta tabla servía de puerta del antiguo órgano gótico y fue descubierta en 1921 durante la reparación del instrumento. Se representa la Anunciación con el Arcángel Gabriel, a la izquierda de la composición, y la Virgen, a la derecha. La escena tiene lugar en el interior de una habitación con una ventana abierta a través de la cual se observa un paisaje con el que el pintor consigue recrear la sensación de profundidad. Las dos imágenes, muy humanizadas, se presentan vestidas con ropas clasicizantes y ricas. Los gestos y las expresiones son suaves y contenidas. La Virgen se representa sorprendida en un momento de su vida cotidiana en el que rezaba ante un facistol. En la parte superior aparece el Espíritu Santo, y en el suelo, doce azucenas blancas que simbolizan la virginidad de María.
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