La escultura es copia de un modelo helenístico, la ´Venerem lavantem sese´, atribuido a Doidalsas de Bitinia y fechado hacia el año 250 a.n.e. Esta pieza se data en el S. II de nuestra era (161-192 aprox.) Muestra a Afrodita desnuda y agachada, probablemente recibiendo agua en la espalda durante el baño o mirando su reflejo en el agua de un estanque. La escultura, del tipo conocido como "Afrodita agachada" por su postura, se encontró fragmentada en cuatro partes, conservándose casi completa; le falta el brazo izquierdo y el antebrazo derecho, presentando el rostro y el lateral derecho, que ha sufrido la mayor erosión, un acusado deterioro en algunas zonas del mármol. Representa una figura femenina desnuda en posición agachada, que inclina la parte superior del cuerpo hacia delante con una ligera torsión hacia la derecha, movimiento al que acompaña la cabeza, mientras que la parte inferior y las piernas quedan completamente de frente. La pierna derecha, flexionada, apoya los dedos del pie en la base y la izquierda, algo más levantada, carga todo el peso del cuerpo en el glúteo, que a su vez se sirve de un ave como apoyo. Destacan en ella los marcados pliegues que forman las arrugas del cuerpo, tres a la altura del estómago y dos en el vientre, que junto a la torsión y la posición de la cabeza contribuyen a reforzar la idea de movimiento. También se observa un cuidado estudio anatómico de las piernas, donde destaca el elaborado trabajo en la talla de las flexionadas rodillas. El rostro presenta un modelado suave, con unas cejas apenas señaladas, bajo las que asoman los ojos almendrados. El cabello, ondulado, se separa en dos mitades desde la frente hasta la nuca y se fija a la cabeza con una "taenia", anudándose las dos mitades en la parte alta de la cabeza en una especie de moño. Destaca por los volúmenes resaltados, cierta actitud de movimiento y efectos de claroscuro que enriquecen la composición. Realizada en mármol de gran calidad, con grano muy fino, gracias a algunas características estilísticas introducidas por el copista romano del original griego podemos establecer la fecha en que fue esculpida: época antoniniana, años 138-192. Aunque el contexto arqueológico en que fue hallada no ofrece datos complementarios de interés, todo parece indicar que estaba originalmente destinada a decorar alguna construcción relacionada con el agua: unas termas o una fuente. La aparición de estatuas fuente en las cercanías de la zona de hallazgo de esta pieza permite además suponer la existencia de este tipo de construcciones en las cercanías. Es la única réplica romana de este tipo conocida en la Península Ibérica. De los ejemplares conservados, guardan grandes similitudes con la réplica cordobesa los expuestos en el Museo Nacional de las Termas, Roma (procedentes de las Termas de Villa Adriana en Tívoli y el otro de Vía Palermo) y las réplicas que pueden contemplarse en el Museo Vaticano y en el Museo del Louvre.