Este mueble es un claro ejemplo de la tipología de las cajas obradas en Cataluña durante el siglo XVI. La caja es, con toda seguridad la única tipología de mobiliario de la cual se puede establecer una secuencia continua de su evolución desde el siglo XIV hasta el siglo XIX.
La decoración de la caja se centra en el buque, que está compartimentado por la aplicación de molduras que conforman tres paneles en el frontis del mueble y un panel a cada uno de los lados. Los paneles frontales están separados por dos motivos de tracería calados aplicados. Cada motivo está cortado de una sola pieza de madera y representa cuatro ventanas geminadas agrupadas por dos rosetones y con motivos de tamaño de tipo floral, acabados los lados con el moldeo que limita la parte interior de los paneles laterales y los dos lados del panel central. En la parte central de cada uno de los paneles de la caja hay dos losanges, uno inscrito dentro del otro, formados también por molduras aplicadas.
Las cajas eran muebles para ir arrimados a la pared, por lo que no tienen obrada la parte posterior y, durante este periodo, aparte de su uso como contenedor, se podían utilizar como asiento o en el caso de las más grandes, como cama, tal como lo refleja la documentación de la época.