"Sin esperarlo, me vi ante el sombrío argumento de El hombre sin rostro. No di con él, Él dio conmigo. Surgió en mí el siniestro asesino desprovisto de cara. La gestación, empero, había sido de considerable antigüedad. Su despunte ocurrió una tarde de 1923, en la cátedra de psicología que impartía Samuel Ramos en el Generalito de la Preparatoria."
Details