Durante varios siglos, Cástulo emitió su propia moneda en bronce, señal de su desarrollo económico y de su independencia política frente a cartagineses y romanos.
Se acuñaron tres valores: el mayor, el as, se identifica por la esfinge, el medio por un toro bajo la luna, y el más pequeño por un jabalí.
La moneda siempre tuvo un valor económico, pero además, sirvió para exponer y promover la identidad propia de la ciudad. Aún después de la conquista romana la ciudad sigue afirmando sus propios símbolos y escritura.