Astrolabio planisférico de latón, compuesto por una caja o “madre” que alberga cinco láminas, grabadas por ambas caras que sirven a diez latitudes, una red o "araña" con indicadores para veinticuatro estrellas, y una alidada y una regleta frontal de época posterior. El anverso lleva grabado un calendario zodiacal, otro juliano, y una escala altimétrica o “cuadrado de sombras”. Según la inscripción, lo elaboró en el 459 H. (1067 d.C.) Ibrahim ibn Sa´id al-Shali, del que se conocen otros dos ejemplares hoy conservados en Oxford (Museo de Historia de la Ciencia de Oxford) y Roma (Museo del Observatorio Astronómico de Roma). Este instrumento, de origen griego, sirve para calcular la posición del sol y de las estrellas, medir alturas y distancias, y también como calendario y reloj.
Es el único astrolabio medieval en las colecciones del Museo Arqueológico Nacional, que ingresó dentro de los fondos fundacionales, procedente del antiguo Museo de Medallas y Antigüedades de la Biblioteca Nacional, tras su compra a Faustino de Borbón en 1798.