Es uno de los tres paneles que sirvieron de bocetos para la vidriera que alumbraría la caja de la escalera del palacio de Ibaigane (Bilbao), residencia del empresario Ramón de la Sota. Con este encargo Guinea renovó la representación de las romerías en la pintura vizcaína, que hasta la fecha eran deudoras de las fórmulas empleadas por la pintura flamenca del siglo XVII. En las tres escenas adoptó soluciones compositivas que integrasen al espectador en la acción, y en la que nos ocupa distribuyó a los personajes en un semicírculo abierto en el primer plano para permitir asistir al aurresku que se baila frente a la iglesia. Estéticamente, Guinea supo adaptar las claves del lenguaje modernista a un proyecto decorativo, resumidas en el empleo de un dibujo sinuoso, de una marcada línea de cierre que siluetea tanto las figuras como el paisaje, de intrincados arabescos en la vegetación y de colores con escasas variaciones tonales.
Mikel Lertxundi Galiana
Número de inventario: GFA-005638-001