Magnífica representación en bulto redondo del dios Atis, compañero de la diosa Cibeles, una divinidad de origen frigio (reconocible por su gorro) que alcanzó bastante popularidad en épocas romanas tardías. Datada en el siglo IV, procede del yacimiento de Villa Fortunatus en Fraga, Huesca, donde tendría una función religiosa u ornamental asociada a un uso funerario. La talla, realizada en mármol blanco y de rasgos faciales poco detallados, muestra a la deidad en actitud pensativa con piernas y brazos cruzados y la mano en la barbilla. Los pliegues de las vestiduras son regulares y tienden más al sintetismo que al naturalismo.