Durante el Paleolítico superior se multiplicaron las técnicas, los soportes y las materias para la fabricación de útiles. Se produjo así una mayor especialización que permitió a los grupos humanos contar con diferentes herramientas adaptadas a cada actividad. Se generalizó asimismo el uso de hueso o asta como soportes para la fabricación de un gran número de objetos. Los punzones de hueso están normalmente pulidos y presentan un extremo apuntado. Su uso se asocia con actividades punzantes sobre materias blandas, como la piel, lo que junto con la existencia de otros elementos como las agujas denota un mayor perfeccionamiento en la elaboración de indumentaria.