Muñeca con peluca de largos tirabuzones, pestañas y cejas pintadas en color marrón y ojos fijos de cristal en azul. Ataviada con un vestido de gasa color rosa pálido con mangas cortas tipo farol, pechera decorada con jaretas verticales, falda con volantes y cinturilla drapeada con un adorno floral. Lleva un vestido interior, pololos con puntillas y calcetines a juego. Calza zapatos de piel en marrón con espirales caladas.
Esta muñeca obtuvo la medalla de oro en la Exposición Universal de París, según el tampón que marca la espalda. Este dato permite establecer su cronología a partir de 1878 y contextualizarla en la tercera época de la casa Jumeau. Pertenece a la edad de oro de las muñecas (1870-1930), período en el que esta industria juguetera alcanza un gran auge en varios países europeos, destacando Francia y Alemania. De entre todas las producciones francesas, como la de Leon-Casimir Bru, Jules Nicolas Steiner o François Gaultier, es la de Emile-Louis Jumeau la que adquiere tal notoriedad. Sus muñecas presentan las cabezas de pasta de porcelana con cuerpos de papel maché articulados mediante el sistema de bola encajada, visten trajes de seda y llevan zapatos de piel y sombreros a juego, que denotan el modelo de clase social al que van dirigidas, la burguesía emergente.
Emile-Louis Jumeau se considera el padre del bebé articulado. Durante años las muñecas habían reproducido el tipo de mujer adulta vestida a la moda parisina como si se tratara de figurines. En la década de los setenta los fabricantes franceses de muñecas buscan crear modelos más próximos a la fisonomía infantil con el objeto de acercarse a los niños, obligados hasta entonces a jugar con juguetes que representaban el mundo de los adultos. En 1876 nace el Bebé Jumeau, llamado así a partir de 1886, cuando se registra esta marca.