Los dibujos sumamente detallados de Simone Asia parecen salidos de un sueño donde la naturaleza prolifera a través de formas intrincadas que se asemejan a los diseños fractales. Trabajando principalmente con pluma y tinta, Asia usa recortes de sus propios dibujos para construir mundos que se despliegan en el entrelazado y la yuxtaposición de formas biomórficas, texturas y densidades de color. Un elemento central dentro de la obra de esta artista e ilustradora de Barbados es la simultaneidad entre la vida y la muerte. Procesos orgánicos e inorgánicos conviven en sus obras, donde la naturaleza aparece a menudo balanceando los organismos y seres del universo. En su pieza Balance (Equilibrio), una figura negra personifica las fuerzas cósmicas que crean y dan forma a un paisaje aparentemente caótico. La materia cósmica y la terrestre se reorganizan, como joyas y vestiduras que adornan el cuerpo de una figura asediada por la mano blanca de la muerte que coloca sobre su cabeza la calavera de un animal. En sus obras, Asia reinventa mitos de creación y muerte a través de referencias al folclore afrocaribeño. Adicionalmente, su interés por el potencial generativo e imaginativo de los estados de transición se hace evidente en el uso de símbolos que se refieren a la vida y la muerte, como calaveras y serpientes, y que aparecen también como ofrendas rituales. Dentro de su repertorio iconográfico se encuentra la Vara de Esculapio, dos serpientes entrelazadas que constituyen el mito fundacional de la medicina y significan tanto destrucción como curación.