Baldaquín de Ribes

Los baldaquines estaban colocados originariamente en el ábside de la iglesia, sobre el altar, ligeramente inclinados y sostenidos por dos vigas para poder ser contemplados desde la nave. Su función litúrgica era la de proteger y poner en relieve el ara del altar, y en determinadas celebraciones se colgaban lámparas de aceite para iluminarlo durante la noche. El estilo de este baldaquín corresponde a la corriente románica de carácter geometrizante, cuyo máximo representante fue el Maestro de Sant Climent de Taüll. Esta corriente coexistía en la misma época con la de tradición clásica representada por el pintor del Círculo de Sant Quirze de Pedret. Por su equilibrada composición formal se le considera la obra maestra de la pintura románica catalana sobre madera. La gran calidad técnica y creativa de este artista sólo se puede comparar con el autor que hizo las pinturas murales de Sant Climent de Taüll. Estilísticamente es muy próximo al frontal de altar de Esquius, conservado en el Museu Nacional d'Art de Catalunya, especialmente por la forma de dibujar las letras capitales de las inscripciones latinas. En la misma sala de arte románico del Museu Episcopal de Vic se expone el frontal de altar de Puigbò, cuyo autor parece que siguió el modelo de la imagen del Cristo pantocrátor establecido por el maestro de este baldaquín de Ribes. La escena representa la iconografía apocalíptica del Juicio Final, la «Parusía». La figura de este Cristo pantocrátor se representa sentada bendiciendo con la mano derecha y con el libro de los evangelios abierto con la inscripción «paz y ley». Ocho ángeles con estandartes y férulas, propias del ritual de la corte bizantina, rodean su figura, de los que sólo se han conservado tres. Las inscripciones conservadas tal como las ha transcrito M. Gros dicen: «Quien sube hacia los astros me conduzca a la esperanza de la vida eterna»; «Luz y origen de los días». Si bien la tradición histórica de su ingreso en el Museu Episcopal de Vic en 1906 nos dice que proviene de Ribes no se puede tener certeza absoluta de esta procedencia.