La cerámica campaniforme, así llamada por la forma acampanada de sus vasos característicos, fue una moda que se desarrolló en Europa Central Occidental, en la transición entre el Calcolítico y la Edad del Bronce. Estos objetos son importantes porque se relacionan con la emergencia de las primeras jerarquías sociales.
Estas tres piezas, en concreto, proceden de las excavaciones en una de las primeras necrópolis conocidas de este período, y han servido para dar nombre a un estilo regional de la cerámica campaniforme. En este ámbito es frecuente la aparición de conjuntos formados por tres vasos diferentes, a menudo con una rica decoración, resaltada por el empleo de un relleno de color blanco.
El campaniforme no sólo tuvo un uso funerario. Se empleó también en el marco de banquetes, probablemente de naturaleza competitiva. Los grandes vasos parece que sirvieron de contenedor a bebidas alcohólicas, como la cerveza. Las formas más anchas y bajas denominadas cazuelas, debieron destinarse a contener comida, en tanto los cuencos servirían para el consumo individual tanto de alimentos como de bebidas.