Hay bosques de laureles incluso en el hemisferio sur. Es el caso de los bosques donde crece el belloto, un árbol endémico de Chile y perteneciente a la familia de las lauráceas, como nuestro laurel, con el que comparte rasgos morfológicos y funcionales, aunque los frutos del belloto se parecen más a las bellotas de los robles ibéricos; de ahí, su nombre.