Los bifaces son herramientas terminadas en punta y con un filo continuo en los dos laterales. Aparecen en el Paleolítico inferior y se consideran uno de los útiles más característicos del período Achelense. Su hallazgo se asocia a la presencia del Homo heidelbergensis y de los Neandertales. Era una herramienta muy funcional, que usada de forma manual o enmangada a un astil, permitía a estos grupos cortar, golpear o raspar cualquier superficie ya fuera carne, madera, pieles o hueso.