Se trata de un juego formado por 49 azulejos de factura valenciana instalados en el pavimento de la galería del Museo Romántico de Sitges. Los azulejos incorporan motivos y símbolos inspirados en los juegos del auca. Un juego de apuestas en el que el banquero extendía sobre una mesa una auca de pergamino, madera o papel estampada o pintada. Los jugadores ponían una moneda sobre una de las casillas. Cuando había diversas apuestas, el banquero que tenía dentro de una bolsa las papeletas que reproducían los motivos del encasillado enroscadas en forma de cilindro, sacaba una de la bolsa. La persona que había apostado por la casilla que coincidía con la papeleta ganadora, multiplicaba la apuesta. El juego del auca, muy popular, fue perseguido y prohibido en el siglo XVII. En Francia, entre otros nombres se conocía con el de bis-bis.
En éste caso el orden de la numeración de las casillas no sigue el de las auques que empiezan por la parte superior izquierda, sino que empieza por el centro y continúa en forma de espiral siguiendo la dirección de las agujas del reloj. Como curiosidad la casilla número 1 y la 9 tienen como protagonista a Napoleón y la última, la mesa de un banquero o de un prestamista.