El Botafumeiro es uno de los elementos más conocidos y tradicionales de la Catedral de Santiago. Es icónica su estampa recorriendo las naves del crucero de la catedral casi hasta estrellarse contra sus bóvedas entre del humo del incienso. Uno de los souvenirs más típicos que los turistas y peregrinos se llevan de su visita a Santiago de Compostela son las reproducciones en miniatura del Botafumeiro, de los cuales los más exquisitos son los realizados en plata por los orfebres de la Plaza de las Platerías. El actual es de latón bañado en plata, obra de José de Losada de 1851, que se mueve gracias al mecanismo del crucero ideado por Celma en el siglo XVI, del esfuerzo de los ocho “tiraboleiros”.