Botellón con un cuello alto y la junción del hombro con el cuerpo bien marcada. La decoración sobre el cuerpo está compuesta por una serie de triángulos opuestos que fueron trazados con una doble línea incisa e, intercalados en los espacios así creados, conjuntos de cuatro círculos impresos por el dedo en la pasta aún maleable forman el motivo de la cruz. Por la forma y la decoración que combina líneas incisas y puntuaciones, la pieza presenta fuertes similitudes con la antigua tradición alfarera Capacha, del Occidente de México.