Vasija abultada de barro poroso, que lleva en la parte superior un asa y dos aberturas, una ancha para llenarla y otra en forma de pitorro para beber. El principio de funcionamiento es simple: el agua almacenada se filtra por los poros de la arcilla y, al entrar en contacto con el ambiente seco del exterior, propio del clima mediterráneo, se evapora, lo que produce un enfriamiento. La clave del enfriamiento está en la evaporación del agua exudada, ya que esta, para evaporarse, extrae parte de la energía térmica del agua almacenada dentro del botijo.