En las obras de Pamela Rosenkranz, la ausencia del cuerpo plantea una paradoja esencial en su trabajo. Por un lado, intenta alejarse de la idea de que lo humano es lo más importante. Sin embargo, al mismo tiempo, reconoce que nuestra experiencia física y mental está intrínsecamente ligada a la existencia. Es como si tratara de escapar de la centralidad de lo humano, pero al mismo tiempo aceptara que somos la fuente de nuestra percepción del mundo, tanto en términos físicos como intelectuales. En 'Bow Human', donde un cuerpo es ocultado y a la vez revelado por una manta térmica, emerge un gran número de interpretaciones posibles a partir de los significados que este elemento ha tenido a lo largo del tiempo, desde protección contra el sol en las misiones espaciales a las crisis migratorias actuales.