Cuenco de terra sigillata, cerámica de mesa llamada así por llevar estampado el sigillum o sello de su artesano. Procede del yacimiento de Villa Fortunatus (Fraga, Huesca) y se data en el siglo II. El cuenco tiene el característico tono rojizo de este tipo de cerámica y es de borde recto, con el cuerpo cilíndrico decorado y está marcado con el sello en el pie. La decoración del cuerpo se realiza en un registro que se divide mediante espigas en seis recuadros o metopas, que a su vez se dividen en dos campos separados diagonalmente por el mismo motivo espigado. La decoración se va alternando entre metopas, de forma que en tres de ellas se representan una biga con jinete en el campo superior y una liebre a la carrera en el inferior, mientras que las otras tres presentan un amorcillo cazando en el campo superior y una liebre parada en el inferior.