En Brigittomanie rinde homenaje a la sensualidad femenina a través de la imagen de Brigitte Bardot, símbolo sexual de los años sesenta, quien se mantuvo durante más de una década como icono de la filmografía francesa, para dedicarse después a la defensa de los animales.
El cuadro, adquirido por el MUSA en 1994, representa el juego de la oca en una espiral que encierra las diferentes especies animales protegidas por la actriz, quien domina la escena al final del laberinto, en una de sus poses fotográficas habituales. En la parte inferior están los dados que determinarán el número de casillas a recorrer hasta llegar al centro, lugar premiado donde el jugador encontrará la satisfacción de su deseo erótico con la imagen de una estrella creada por la publicidad. El autor retoma el título del cuadro Esto no es una pipa de René Magritte, y escribe en francés lo que se traduciría como Estos no son unos dados (de marfil).