En 1993 Ferran Adrià y su equipo comenzaron una labor meticulosa para archivar y documentar toda la información relativa al proceso creativo de elBulli: agendas, anotaciones en servilletas de papel, fotografías, publicaciones… y que pronto llenarán los 6.000 m2 del primer museo dedicado a un restaurante a través de la auditoria creativa y de innovación. Este museo configurará LABulligrafía off-line, un espacio expositivo en el que el visitante encontrará miles de objetos y documentos que han significado algo importante en la evolución de la innovación en elBulli.