Modelo 3D del busto de Luis XIV esculpido por Antoine Coysevox y guardado en la habitación del Rey.
La Superintendencia de Edificios del Rey le encargó este busto de mármol a Antoine Coysevox (1640-1720) en 1679, al mismo tiempo que un busto que representaba al delfín Luis de Francia, conocido como Monseigneur, hijo de Luis XIV (Versalles, Museo Nacional de Palacio). Este prestigioso encargo tenía por objeto, por tanto, resaltar la continuidad dinástica. Así, el sol de Rodas, símbolo de Apolo, adorna el pedestal del busto de Luis XIV, mientras que en el de su hijo se representa a un delfín, en alusión al título del heredero al trono. Coysevox supo capturar toda la majestuosidad del rey, aquí en la plenitud de sus cuarenta años. El soberano es representado como un jefe de guerra y lleva una armadura sobre la que caen las mechas de su peluca, en un verdadero ejercicio de virtuosismo. El soberbio tocado y la mirada perdida en el horizonte confieren a este retrato oficial toda su fuerza.