Calvario de Sagunto

A finales del siglo XX e inicios del XX, una nueva práctica se introdujo en las instituciones académicas dedicadas a la enseñanza artística: pintar paisajes del natural. El artista, salió de su taller para adentrarse en la natura y pintarla. Uno de los frutos de este cambio de costumbres es el Calvario de Sagunto (1904), realizado por Nogué Massó durante su juventud, específicamente durante un tour por el levante de España, en las provincias de Valencia, Castellón y Teruel. Tal y como es frecuente en las obras de muchos artistas durante su juventud, Nogué Massó ya estaba definiendo sus rasgos característicos, unos años antes de viajar desde Roma, donde vivió en 1909, hasta Francia, donde descubrió las técnicas divisionistas y luministas que desarrollaría en su plenitud artística. En este caso, resolvió la obra con soluciones tomadas de las obras de otros artistas ya establecidos, de entre las cuales destaca la influencia de los miembros del modernismo catalán. Una influencia particularmente marcada es el tratamiento de la luz: se basa en la obra de Modest Urgell para reflejar la luz del sol y en la de Lluís Graner cuando se centra en una parte específica de la obra. En el Calvario de Sagunto ya podemos ver elementos que se convertirían en iconos de la obra de Nogué, por ejemplo los cipreses colocados en la parte trasera de la composición. Estos cipreses transmiten una sensación de verticalidad en todas las obras en las que los incluye. Temáticamente, el Calvario de Sagunto nos muestra la última sección del viacrucis, situado en el borde del camino que conecta el santuario con el pueblo. Nogué decide usar tres planos para representar este espacio. En el primero, podemos observar una construcción en la cual aparece la imagen del viacrucis; en el segundo, la construcción religiosa, y, finalmente, en el fondo, la sierra que rodea Sagunto, sobrepasada solamente por el cielo. Texto de Damià Amorós Albareda. José Nogué Massó (1880-1973) Se formó en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, de Madrid, completó sus estudios en la Escuela Española de Roma y vivió en Italia hasta 1923, cuando se trasladó a Jaén como profesor de dibujo; también fue profesor en Madrid y en la Escuela de Artes y Oficios de Barcelona. Su obra, enmarcada dentro de las líneas realistas, destaca por una gran habilidad técnica y una atención especial a los efectos de la luz.