“Vibracionismo” es el término con el que Rafael Barradas bautizó su obra temprana realizada en Barcelona –donde residía y tuvo contacto con los grupos de vanguardia y, en especial, con Joaquín Torres García– alrededor de 1917-1918. Su característica funda- mental es la descomposición geométrica de las escenas para plasmar el dinamismo de la ciudad moderna, siguiendo el camino trazado por el cubismo y el futurismo. Sobre esa estructura fundamental, Barradas se permitía todo tipo de juegos plásticos, saturando el plano pictórico con diferentes recursos (líneas, puntos, manchas) y dotándolo de una alta densidad cromática. El vibracionismo no consistía, sin embargo, en una mera resolución formal de un problema visual, sino que aspiraba a ser un acto de síntesis en el que se conjugaban dos tiempos diferentes: el efímero transcurrir de la vida urbana y la atemporalidad interior del yo. El dinamismo de "Quiosco de Canaletas" resulta de una estructura geométrica básica, consistente en un eje vertical cruzado por dos diagonales que se interceptan en la zona central. Distintas escenas simultáneas aparecen contenidas en las formas angulosas, acompañadas por elementos característicos de la obra de Barradas: semicírculos, relojes, frases textuales, letras y números, y la ilusión de profundidad generada a partir de la fragmentación de las partes.