Esta escena de candombe está fechada en 1921, el año en que Figari tomó una decisión trascendental para su vida: a sus sesenta años, tras una larga y brillante carrera como abogado, legislador y reformador de la enseñanza artística en el Uruguay, desembarcó en Buenos Aires para presentar su primera exposición como artista en la galería Müller. Este "Candombe" formó parte de aquella muestra inicial y constituye –por su tamaño y soporte– una excepción en la producción de Figari, quien trabajó casi siempre sobre cartones color paja o gris que le permitían jugar con el color de fondo y la textura para lograr superficies opacas y cargadas de materia. En un formato ligeramente mayor al habitual, Figari despliega en este cuadro un friso de colores brillantes y claros en el que la relación figura-fondo genera una ambigüedad espacial. Las figuras de los bailarines se recortan sobre un tapiz colorido de formas geométricas contra el cual se distinguen apenas el rey y la reina de la fiesta. La particular evocación de la cultura afromontevideana de Figari surgió de su auténtico y declarado interés por construir una tradición nueva de la cultura popular rioplatense.